imbuido por el hacha cortante que es ésta profesión, en la que no siempre, o debería decir casi nunca, el público disfruta con bellas imágenes con sentido que hacen que nos paremos un momento a pensar, como fué ese momento y leer la crónica no siempre fidedigna de lo que pasó allí. A veces , se me olvida, que actualmente la prensa se ha convertido en un gran monstruo que se devora a sí mismo y que parece un teletienda de las cosas que dan con cupones, etiquetas con falsas ofertas, vendiendo todo tipo de enseres, desde juegos de cuchillos, pasando por collares, bisutería, navegadores y demás cosas que no nos hace falta coleccionar( Cualquiera sabe donde habría llegado Colón con un navegador con manos libres) y que empieza a oler mal tanto hablar de política....
Pero sólo a veces, el resto del tiempo que me queda, lo dedico a vivir y a meditar cosas como que
la prensa de hoy envuelve el pescado de mañana, que siempre va a parar a las mismas casas.
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