
Es una vez al año, cuando esos árboles negros, sin hojas, con ramas fantasmagóricas, cobran vida y nacen de ellos unas flores lilas o moradas que llenan la Ciudad de un color Raro aquí, que todo es amarillo albero, rojo y verde.
Duran muy poquito, dos semanas como mucho y luego se van cayendo sus hojas, quedando los suelos regados de ese color tan bonito.
Cuando tomé esta imagen, me habían mandado a hacerle fotos al Metro de Sevilla.
Eso es lo que mide ese trocito de bordillo de acera, un metro.
Lo sé por que lo medí.
No busques más que no hay...
Pepe Ortega.