jueves, 28 de febrero de 2008


Fué cerca de Tavira en Portugal, en un pequeño pueblecito de pescadores llamado Santa Lucía donde hice mi primer descubrimiento científico coincidiendo con Einstein en que el tiempo es relativo. Sobre todo si disfrutas de pescado del día frente a ésta estampa,  sin riesgo a que se acabe el vinho verde de Casal García y con la mente puesta en el sabor de unas coquinas degustadas en un modesto bar de Cacela Belha con una vista magnífica del río guadiana en su desembocadura. 

A menudo viajo con mi mente a esos lugares mágicos de ensueño para limpiar mi mente, mi espíritu libre.

Ella camina entre las nubes 
con una mentalidad circense errática.
Mariposas y cebras y rayos de luna
y cuentos de hadas;

eso es todo en lo que ella piensa.
Cabalgando con el viento.

Cuando estoy triste, ella viene a mi lado 
y me regala un millar de sonrisas. 
todo va bien, dice ella, todo va bien.
Toma lo que quieras de mí.

Lo que quieras.

Fly on, little wing.

>Vuela, «Pequeña Ala».

Jimy Hendrix.


Para todos los espíritus libres.


Pepe Ortega.

2 comentarios:

Marta G.Brea dijo...

Todavía no sé si me gustan más tus fotos o lo que escribes, supongo que van a la par. Pero siempre es un placer descubrirlo.

Einstein decía que «Hay dos maneras de vivir la vida: una como si nada fuera un milagro, la otra es como si todo fuera un milagro». Yo creo que me quedo con la segunda. Y viajar, siempre viajar, aunque sea con la imaginación.

Besos

Marta G.Brea dijo...

Por cierto, gracias por recordarme Little Wing, es una canción maravillosa.