A veces, cuando se relaja el ambiente, se pueden captar imágenes de gente interesante. Esos momentos son como oxígeno para la creatividad.
Cada vez me gusta menos fotografiar a gente conocida. A mí, como al amigo Valenzuela, me fascina lo raro, la eterna incógnita...
Si lo ves, recuerda que me debes tu último libro de entrevistas...
Pepe Ortega.
miércoles, 28 de marzo de 2007
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3 comentarios:
Desde luego, todo tiene su encanto, pero la frescura de lo espontaneo da un tono diferente a las fotografías, que se hacen asi mucho más cercanas.
SAludos desde el agua
Lo mismo digo... aunque no te escriba paso por aquí de vez en cuando y me empapo de to... lo mismo: La procesión va por dentro
Me gusta la expresión de la mirada de esta chica entre pensativa y picarona.
Besitos.
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