miércoles, 31 de enero de 2007

El Guadalquivir por Puebla de Río

Después de huir de la ciudad viene la calma, la observación, sentarse a esperar la luz, la hora mágica en que los últimos rayos del sol, especialmente si ha llovido y está la atmósfera limpia le regalan a uno las imágenes más bellas, más sencillas. hay poco más que decir. Como dice un buen amigo:

Siéntate cómodamente, donde mejor te parezca, y escucha. El silencio También suena, y muy bien en éstas circunstancias y lugares. Esta va para tí Pedro.

Pepe Ortega.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Sabes que esa misma es la orilla del famoso "no es verdad angel de amor, que en esta apartada orilla"? Qué bonitooo...

La foto es preciosa, pero te tengo que decir que me sorprendió verla en la exposición

Anónimo dijo...

Porque de todo lo que hablas ...me suena y algunos lugares que muestras los veo a diario e incluso los paseo.
Si que asfixia esta ciudad...pero es tan bonita,tanto.
Triana for ever!
...y Macarena tambien que si no jaja

Anónimo dijo...

Hay una frase que me encanta: Habla tan solo cuando lo que tengas que decir, sea más importante que el silencio! Al mirar estas imagenes tan bellas, lo mejor es estar callados y comtenplarlas. Gracias por tus palabras. Con tu permiso, me gustaría añardir tu página en mis links. Un abrazo,